El receso de los pájaros
De negro a negro voy
desnudo de carne
crispo mis alas en puño.
Rojo cristal estallido,
rompo el atardecer
que las manos salpican.
Aquí vine a cocerme y bullir
irremediable morir.
Ser nubarrón y lengua de fuego,
niño-pájaro-trueno
transpiro el ladrido de hoja seca.
Saludo a la barca de Kephra en sus viajes
y al germen del sol
en los tibios colores de mi frente emplumada.
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