Habito este corazón con todas
sus culpas y todos sus esqueletos
cautivos a ras de tierra.
Vuelve a mí el gesto errante
y el lenguaje agreste
a través de la noche húmeda.
Pendiente queda mi esperanza
como el último símbolo sagrado
sobre el aire desierto.
Poco a poco me convierto
en martilleo constante,
como triste música de fondo.
Sin darme cuenta cuán cerca
de mí está la muerte.
¿Cómo puedo seguir tu blog?
ResponderEliminarMejor sigueme por Facebook, mi página se llama Crónico Inquilino, gracias por comentar, ya no uso este blog.
Eliminar